CONVIVENCIA ESCOLAR EN LOS CENTROS EDUCATIVOS

 

       En las últimas semanas hemos asistido a varios acontecimientos que son muestra de la difícil situación que viven los/as profesionales de la educación. Los casos de Motril, Pinos Puente o Almuñecar son simplemente la punta del iceberg de un sistema educativo que se ve incapaz de hacer frente a los cambios sociales que se vienen produciendo, y que han desarticulado el papel tradicional de las familias en la educación de sus hijos/as, dejando ahora en manos de la escuela todo el proceso socializador-educativo.

         Es por ello, por lo que desde el Área de Educación de Izquierda Unida Los Verdes Convocatoria por Andalucía, de Granada venimos reflexionando junto con otros muchos compañeros y compañeras de Andalucía sobre medidas que puedan favorecer la creación de un clima de convivencia pacífica en las escuelas e institutos de nuestra tierra. Partiendo de una gestión bastante positiva en los papeles, pero escasa en  recursos por parte de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía  PROPONEMOS:

 

• - Desarrollo de un trabajo de diagnóstico, en profundidad, de la situación real de la violencia escolar en Andalucía, en donde intervengan los diferentes sectores de la comunidad escolar (asociaciones de madres y padres, profesorado, asociaciones de alumnos/as, sindicatos...).
• - La disminución de las ratios se convierte cada vez en un elemento más necesario para la mejora de la calidad educativa y la prevención de la violencia escolar.
• - Desarrollo de la flexibilidad de los agrupamientos, fomentando los desdobles.
• - El papel del tutor es esencial en todo este proceso, ya que el profesor-tutor se convierte en mediador entre la familia, el alumnado y el propio centro. Por todo ello, la reducción horaria para el desempeño de esta función ha de ser asimilable a la de las Jefaturas de los departamentos didácticos, al igual que un reconocimiento específico en la remuneración.
• - Inclusión de educadores sociales dentro de las plantillas de los centros, un orientador en cada centro de primaria, potenciación del papel del orientador en los Institutos, al igual que una dotación de personal adecuada.
• - Desarrollo de un plan de apoyo al alumnado y familias en situación de exclusión social.
• - Modificar el Decreto de Derecho y Deberes de los alumnos y alumnas, Decreto 85/1999, para una mejor adecuación a las realidades concretas del momento que vivimos y de las problemáticas que detectamos, apostando por el desarrollo de medidas educativas frente a las coercitivas.
• - Intervención de la Administración en defensa de los/as trabajadores/as de la enseñanza (jurídica, administrativa, psicológica), creando un protocolo para los casos de violencia ejercidos sobre el profesorado.
• - Desarrollo de un protocolo de actuación para los centros en el caso de detección de problemas graves de convivencia escolar, agresiones, acoso escolar... buscando en primer lugar la defensa de las víctimas, de los espectadores/as de los hechos y de los propios agresores/as.
• - Análisis de riesgos causantes de violencia escolar en los diferentes centros, y actuación preventiva.
• - Revisión y actualización del Plan Andaluz de Eduación para la Cultura de Paz y No violencia, desarrollando el programa "Escuelas de espacio y paz", y posibilitando el aumento de plantilla -docentes, trabajadores sociales, orientadores...- para llevar a cabo las propuestas realizadas en los proyectos.
• - Fomento de los programas de coeducación, ya que la violencia sobre las mujeres es un problema social a la vez que educacional, que nuestra sociedad ha de resolver.
• - Fomento de programas de multiculturalismo que enseñen a valorar la diferencia como un elemento enriquecedor de la cultura propia, y no como un elemento de agresión
• - Fomento de programas de integración de inmigrantes, destacando la acogida de los mismos en los centros, su integración normalizada en el aula, trabajo con el alumnado para la comprensión de el hecho de las diferentes formas de inmigración...
• - Fomento de programas de integración de la población gitana. Sin duda esta es una asignatura pendiente. Es necesario el acercamiento a la cultura gitana para su conocimiento y comprensión, pero también es necesario el acercamiento del alumnado gitano a los valores escolares.
• - Desarrollar una formación específica de los/as trabajadores/as de la enseñanza, alumnado, familias y personal no docente (PAS) para prevenir, detectar y actuar sobre la violencia escolar. Tratamiento de este aspecto en las carreras universitarias, CAP, cursos de profesorado. Sin duda la creación de la carrera docente facilitará la mejor formación del profesorado.
• - Facilitar y fomentar la participación del alumnado, familias, profesorado y personal de administración y servicios. Los indicadores muestran que a un mayor grado de participación en la toma de decisiones un menor índice de conflictividad.
• - Coordinación de los centros escolares con las políticas específicas de las autoridades locales. Políticas de familia, políticas de juventud, políticas sobre la mujer...
• - Minimizar al máximo la violencia estructural que genera el propio sistema.

 

El Coordinador del Área, Juan Francisco Arenas de Soria  considera "... que desde la Junta de Andalucía se ha de hacer un importante esfuerzo en inversión económica en la educación, dejando la política cicatera y "roñica" que escatima recursos en el ámbito educativo, poniendo todo el esfuerzo en planes cuya principal carencia es la falta de personal para poder llevarlos acabo. Unos planes que salen a flote gracias al voluntarismo, constancia y dedicación de un profesorado poco valorado.  La inversión ha de ser fundamentalmente encaminada a la reducción de las ratios y aumento de personal para poder llevar a cabo las medidas que proponemos..."