CUESTIONES SOBRE LAS QUE REFLEXIONAR

 

 

El 25% del profesorado de la provincia de Granada

está emocionalmente agotado

 

Uno de cada cuatro docentes granadinos de colegios e institutos padece agotamiento emocional, considerado por los expertos el motivo principal que origina el llamado síndrome del quemado, conocido como burnout.

Así lo revela un estudio de la Delegación de Educación realizado entre unos 150 docentes de toda la provincia.

El objetivo del trabajo era conocer de primera mano la incidencia de este síndrome en Granada, ya que otros estudios apuntaban a que el burnout afectaba, de manera general, al 23% de los profesores.

Eso sí, en esos otros trabajos se había considerado «quemado» a cualquier profesional que presentara alguna de las variables que definen al síndrome: agotamiento emocional, despersonalización en su quehacer diario y no sentirse realizado.

Sin embargo, en Granada se ha contabilizado como afectados solo a quienes suman las tres características. De ahí que en Granada el número de profesores afectados por bournout sea menor. El estudio cifra en un 7% los docentes con el síndrome, lo que supone unos 800 profesores de colegios e institutos públicos de la provincia.

Si se toma únicamente el síntoma más típico del síndrome (agotamiento emocional) el porcentaje se eleva y llega a uno de cada cuatro profesores.

Las conclusiones desmontan algunas ideas preconcebidas. Así, queda claro que la incidencia del síndrome no está relacionada ni con el sexo del docente, ni con sus años de experiencia o edad. Tampoco existe vinculación entre el burnout y la situación laboral (se entrevistó a funcionarios e interinos) ni con el nivel educativo en el que se imparten las clases. Sí presentaba más síntomas el profesorado que tenía pareja.

Se puede prevenir

El estudio propone medidas preventivas y de tratamiento dirigidas a tres planos: la organización, la relación con los compañeros y el personal. En el centro, se recomienda dar al profesorado más autonomía, horarios flexibles y una semana laboral comprimida. También se apuesta por definir las responsabilidades y reducir el aburrimiento. Entre compañeros se busca fomentar el trabajo en equipo y en lo personal, aprender a manejar el tiempo y no abandonar las actividades lúdicas en el ocio.

RAQUEL RUIZ. 20 MINUTOS GRANADA